En los últimos días donde la ola criminal se ha disparado y la incidencia de crímenes violentos ha aumentado, incluso en el Área Oeste, son muchos los policías molestos porque alegan que luego de trabajar incansablemente arrestando delincuentes, al esclarecer los casos donde han arrestado personas portando armas de fuego de manera ilegal, otros con drogas, incluso individuos con extensos expedientes criminales, algunos jueces del Tribunal Municipal de Mayagüez han cedido fácilmente ante las peticiones o planteamientos de los abogados.
Si determinan causa probable ponen fianzas ridículas o archivan los casos, incluso a personas que no ofrecen seguridad de comparecencia a juicio.
Dialogamos con varios a agentes de diferentes Divisiones de la Policía, a quienes no vamos a identificar por temor a represalias, los cuales nos dijeron: «Como le podemos garantizar la seguridad a nuestros ciudadanos del Área Oeste si solo nosotros y fiscales tenemos el compromiso de trabajo. Los atrapamos para que los jueces los dejan libres. Estamos desmoralizados ante toda esta secuela de casos archivados ya que solo prevalece el «Ay Bendito» y ¿Que de la gente decente?»
Otro agente con quien también dialogamos nos indicó que se sintió ofendido ante las expresiones de un juez en un caso que estaba sometiendo por Violencia Doméstica. «El cual me indico en sala que yo no sabía hacer bien mi trabajo de investigación. Cosas como esas son las que nos quitan el ánimo de seguir haciendo nuestro trabajo. Después no digan porque la policía somete muy pocos casos».
Mientras dialogamos con los miembros de la uniformada uno de ellos nos relató los insultos y golpes que ha recibido durante arrestos y cuando llevan el caso al tribunal termina archivado.
«Si esto continúa así nos veremos obligados a bajar la guardia, porque no es el juez quien se expone a ser contagiado por COVID, tampoco es quien recibe insultos o golpes en la calle para que después ese sea el resultado. Durante toda esta pandemia hemos estado trabajando mientras ellos estaban en su casa y ahora hasta detrás de una pantalla. Así no se puede…» finalizó uno de los agentes.